jueves, 10 de noviembre de 2011
Lennin y los Bolcheviques
Como resultado de su golpe, los bolcheviques se aseguraron el control de Petrogrado, pero en otras partes el cambio no se realizó tan fácilmente. En Moscú la lucha duró una semana antes de que el soviet alcanzara el mando y el fin de noviembre llegó antes de que otras ciudades pudieran ser sometidas. Las zonas rurales resultaron mucho más difíciles de dominar y, al principio, los campesinos se mostraron tibios hacia el nuevo gobierno, al que muy poca gente pronosticaba larga vida dada la complejidad de las problemas que lo aguardaban. Tan pronto como los otros partidos políticos recuperaran su compostura, surgiría sin duda una resuelta oposición a los bolcheviques, quienes tenían que arrancar a Rusia de la guerra para luego dedicarse a restaurar la destrozada economía, manteniendo al mismo tiempo sus promesas en cuanto a tierra y alimentos para los campesinos y trabajadores.
Introducción
El partido que, en octubre de 1917, tomó el poder en Petrogrado, surgía directamente de la organización que Lenin construyó a principios de siglo. Sin embargo, el partido ha cambiado sustancialmente, transformándose por el influjo de la ola revolucionaria que ha llevado a sus filas a decenas de miles de obreros y soldados, lanzando a millones de hombres a la acción política. La que fue pequeña organización de revolucionarios profesionales, se ha convertido en un gran partido revolucionario de masas; este es el sentido que hay que dar a la gran polémica acerca de la organización que tuvo lugar entre bolcheviques y mencheviques, resolviéndose a favor de los primeros. En realidad, el partido bolchevique, al tomar el poder, dio una solución definitiva a la cuestión teórica de la naturaleza de la revolución en Rusia que, desde 1905, subyacía en los conflictos organizativos entre socialdemócratas.
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